Carlos Alberto Bau fue un hombre de muchos talentos. Inicialmente conocido como contador, Bau pasó su tiempo libre estudiando fotografía de la naturaleza en su ciudad natal de Mendoza, Argentina, un lugar de incomparable belleza.
Argentina es un país aún rico en naturaleza intacta que partes de ella, aún no se vería si no fuera por artistas y fotógrafos como Bau.
Muchos de sus temas son paisajes increíbles en sí mismos, pero a Bau también le gustaba capturar varios animales durante momentos inesperados y a menudo vulnerables.
Algunos otros fotogramas famosos incluyen una foto perfecta del colibrí imposiblemente rápido a punto de zambullirse en una flor, relámpagos y nubes místicas, a veces ominosas, que se ciernen sobre un paisaje tranquilo, lleno de color sin límites.
Según los informes, Bau murió haciendo lo que amaba, y en la misma ciudad.
Mientras tomaba fotografías aéreas en 2007, su avión se estrelló. Aunque Bau ya no está vivo para continuar compartiendo tanta belleza como vemos en la tremenda fuerza, su trabajo continúa abriendo nuestros ojos a las maravillas y el poder de la naturaleza.
Algunos podrían verse tentados a ver la magnífica cascada como lo que es: una de las atracciones naturales más poderosas y mortales a las que podemos acercarnos como humanos.
Bau aseguró el punto de vista perfecto para el momento capturado en esta fotografía: tanto la fuerza monstruosamente poderosa de la naturaleza como, por el contrario, la preparación tranquila y nivelada para el vuelo de un pájaro, que pronto escapará de la niebla. En un lugar donde ningún humano podría estar de pie con seguridad, la grúa tranquila solo tiene una cosa en mente: el despegue y su vuelo posterior.
Para la grúa, las cascadas son solo otra parte del paisaje: ilimitado en poder (y alimentación), y para ser respetado, al igual que todos los demás animales que lo necesitan o temen.
Esta yuxtaposición crea un equilibrio asimétrico para el público de Bau, que podría sentirse abrumado por la amplitud de los puntos focales en esta fotografía y un elemento auditivo inesperado.
Autor Carlos Alberto Bau. |
El movimiento caótico de la cascada crea una fuerte percepción sensorial, ya que uno podría imaginar escuchar el ruido de una cascada ensordecedora al mirar la pieza.
Al igual que la grúa que se prepara para su vuelo, muchos de nosotros nos encontramos apenas elevándonos o luchando por elevarnos por encima de las increíbles fuerzas de la vida que de otro modo nos tragarían enteros
Zerezas.-
Fuentes
www.pixelle.co/carlos-alberto-bau/
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