¿QUÉ ES LA SQM?
Un síndrome ambiental crónico, limitante y
orgánico, causado por exposición a los químicos sintéticos tóxicos
cotidianos en que vivimos inmersos y que provoca multitud de síntomas en
diferentes sistemas corporales.
¿QUÉ DESENCADENA LA SQM?
La exposición a una o varias
sustancias tóxicas en una dosis única alta (ej. la fumigación de
nuestro puesto de trabajo), en varias dosis menores (ej. el trabajo
en entornos especialmente químicos como peluquerías, empresas de pintura, de
limpieza, etc.) o a una dosis baja pero continua (ej. a través de la
comida, el agua, el aire, el aseo personal, la ropa, la colocación de amalgamas
dentales…). El ámbito es sobretodo laboral, doméstico o un accidente
casero.
¿ Cuando se enferma de SQM
¿CÓMO SE INICIA LA SQM?
Tras la exposición al desencadenante se
presenta en dos fases:
De iniciación.- En que la persona suele
presentar de forma brusca signos irritantes de mucosas, dermis y/o
vías respiratorias -3- y a partir de entonces su reactividad se
amplifica y “generaliza” a otros químicos no relacionados con los
iniciales (spreading), mientras los síntomas aumentan y el
olfato se sensibiliza.
Además aparecen intolerancias medicamentosas,
alimentarias, sensitivas (a olores aún naturales, sonidos, luz solar,
vibraciones, cambios de temperatura…) y al alcohol, entre otros.
De provocación.- Donde la exposición o
ingestión de agentes provocadores, aún a dosis mínimas desencadena a
partir de entonces la aparición o agravamiento del cuadro de manifestaciones
que conforma la enfermedad.
¿A QUÉ ÓRGANOS AFECTA?
Sobretodo al cerebro, a nivel del sistema
límbico y el córtex (sistema nervioso central). También pueden verse
alterados órganos de otros sistemas como el respiratorio, cardíaco,
endocrino, músculo-esquelético, gastrointestinal, dérmico, ginecológico,
otorrino...
¿CÓMO ACTÚA LA SQM?
Según diversos estudios -4-, el proceso es
como sigue:
Acceso del químico al sistema nervioso
central, vía tracto olfatorio-sistema límbico.
Excitabilidad de las neuronas límbicas.
Aumento de la reactividad, que a su vez refuerza la
excitabilidad.
Cambios en la actividad de las neuronas
límbicas y de la estimulación cortical.
Alteración de un amplio espectro de
conductas y desregulación de funciones fisiológicas.
Producción de síntomas persistentes de
tipo orgánico (NO psicosomático), cognitivo y afectivo.
En conclusión, el cuerpo va llenándose de
forma rápida o progresiva de una carga tóxica que, cuando rebasa el límite de
tolerancia, aparece la SQM. Tras ello, el proceso se profundiza y cronifica.
¿QUÉ SÍNTOMAS PRESENTA?
Son variables en tipo y cantidad, según
la persona -5-, pero siempre se ve afectado el sistema nervioso central.
AGENTES DESENCADENANTES
Son muchos, sobretodo los que tienen “olor”
(fragancias).
Colonias, productos de limpieza, de aseo
personal, cosmética, detergentes, suavizantes, papel impreso, agua del grifo,
humo de tabaco, derivados del petróleo, telas sintéticas, material de
construcción, pinturas, ambientadores, lugares no ventilados, rotuladores,
óleos, disolventes, plaguicidas, elementos recién comprados (ejs. muebles,
coches…), moho, antipolillas, polvo, moquetas, sprays, insecticidas…
¿QUÉ COMORBILIDADES TIENE?
Son frecuentes la fibromialgia (FM),
el síndrome de fatiga crónica/encefalomielitis miálgica (SFC-EM) y la electrosensibilidad (ES),
todos ellos síndromes de hipersensibilidad central. También el síndrome seco de
mucosas y otros.
Además pueden aparecer alteraciones del ánimo secundarios a
la SQM (ej. depresión reactiva) por la incertidumbre, incomprensión,
aislamiento, disminución drástica de calidad de vida, cambio brusco de hábitos
y sufrimiento que la afección produce como cuadro crónico, limitante y poco
conocido que es.
¿QUIÉN DIAGNÓSTICA LA SQM?
Por su naturaleza, médicos internistas,
neurólogos y toxicólogos, aunque dado que la Medicina no la ha englobado en una
especialidad de momento, puede hacerlo cualquier profesional que conozca la
enfermedad.
¿CÓMO SE DIAGNÓSTICA LA SQM?
El diagnóstico es clínico y se basa en los
siguientes parámetros:
Anamnesis: interrogatorio experto y
minucioso para detectar síntomas y signos, contexto químico de inicio (laboral
o personal), evolución, entorno químico actual y cumplimiento de Criterios
de Consenso (1999).
Es fundamental escuchar atentamente el relato
del paciente a través de la Historia Clínica dirigida.
Herramienta de apoyo de interés: Cuestionario
QESSI (Miller), con el que se cuantifican cuatro grados de afectación.
Se recomienda llevar hecho a la cita.
Exploración física y observación de signos, si
los hubiera en el momento (eritema, ronquera, trastornos del habla, de
atención, tripa hinchada, fonofobia…). Serán útiles las fotos que el paciente
aporte con signos identificables de su persona.
Pruebas complementarias (in situ o externas): a
criterio del experto y de los especialistas de soporte, tanto para corroborar
signos de SQM (ej. alteraciones en el sistema nervioso central) como para establecer
un diagnóstico diferencial con enfermedades similares (FM, SFC, alergias…) u
otras de esfera diferente de la SQM (ej. los trastornos psiquiátricos).
Criterios diagnósticos de consenso para la SQM
(1999) -7-:
1. Los síntomas son reproducibles.
2. La condición es crónica.
3. Niveles bajos de exposición ocasionan manifestaciones.
4. Los síntomas mejoran o se resuelven al eliminar los incitantes.
5. La respuesta se presenta a múltiples sustancias sin relación química entre ellas.
6. Los síntomas implican múltiples sistemas orgánicos.
1. Los síntomas son reproducibles.
2. La condición es crónica.
3. Niveles bajos de exposición ocasionan manifestaciones.
4. Los síntomas mejoran o se resuelven al eliminar los incitantes.
5. La respuesta se presenta a múltiples sustancias sin relación química entre ellas.
6. Los síntomas implican múltiples sistemas orgánicos.
¿TIENE TRATAMIENTO?
No para curar, sí para mejorar. El consenso
médico establece que lo más efectivo para bajar la carga tóxica corporal del
afectado es evitar su reexposición a los agentes desencadenantes, aún
a dosis mínimas.
Hay cuatro métodos de evitamiento del riesgo:
Eliminándolo (tanto del aire -con
purificadores específicos para SQM- como del entorno -sustituyendo lo
convencional por ecológico sin olor, o que se tolere-).
Aislándolo (en zonas herméticas).
Protegiéndose de él (poniéndose una
mascarilla de carbón activo cuando sea necesario, sellando puertas y ventanas
con cinta de aluminio o carrocera, etc.).
Alejándose del riesgo (evitando personas con
fragancias, fumadoras o que beban alcohol; y ambientes cerrados -especialmente
perfumerías y lugares sin ventilación, con ambientador, higienizados
recientemente con productos de limpieza agresivos o recién fumigados como
tiendas, bares, piscinas cubiertas, baños públicos, cines, taxis,
hospitales…-).
La aplicación de los dos primeros puntos al
hogar o zonas de actividad laboral se denomina “control ambiental”.
En ese control ambiental, debe tenerse en
cuenta y evitar la electrosensibilidad que suele asociarse a la SQM.
Se aconseja tener pocos aparatos eléctricos, desenchufarlos tras su utilización
(ej. el Wi-Fi y el móvil) y eliminar la contaminación electromagnética
(teléfonos inalámbricos DECT, Wi-Fi, fluorescentes...). Especialmente, el
dormitorio se mantendrá libre de ondas, sobretodo cerca de la cabeza (use
despertador a pilas).
Además, si las intolerancias de la SQM y
las posibilidades del paciente lo permiten, deben tratarse las comorbilidades
y síntomas de la SQM. Se intentará bajar la carga tóxica del
paciente por medios naturales complementarios (educación ambiental,
suplementos nutricionales sin excipientes ni conservantes, ejercicio físico
suave, saunas desintoxicantes…).
¿QUÉ NO ES LA SQM?
NO es una alergia.- Las alergias actúan
sobre el sistema inmunológico. La SQM sobre el sistema nervioso
central sobretodo y multitud de otros sistemas (incluido el inmune).
NO es una sensibilización a un solo producto.- La
sensibilización específica atañe sólo a uno o pocos químicos específicos.
Produce un síntoma concreto (ejs. humo de tabaco-migraña; lejía o amoniaco-tos
repetitiva o irritación faringea) y no interfiere de forma generalizada en la
vida diaria. En la SQM se intolera una gran cantidad de químicos, es
multi-sintomática y limita grave y continuamente la vida del afectado.
NO es una intoxicación.- Las
intoxicaciones se reflejan en las analíticas, la SQM no.
NO es una enfermedad mental.- Es
frecuente confundir los síntomas de SQM con una somatización u otras
enfermedades psiquiátricas.
NO es una “enfermedad rara”.- Es una
enfermedad ambiental y emergente (los datos varían según los estudios y a ello
se añade la falta de profesionales que sepan reconocerla, pero se estima que el
15% de la población mostraría algún tipo de “sensibilización” en algún
momento de su vida, y entre un 0,5 y el 1%, diversos grados de SQM).
CARÁCTERÍSTICAS DE LOS SÍNTOMAS
Según la carga tóxica del paciente en el
momento, sus defensas y su hipersensibilidad concreta al agente, el inicio
de síntomas podrá ser brusco, progresivo, o posterior a la exposición (en
minutos, horas o días), de intensidad leve, moderada o intensa, y de resolución
o mejoría breve (minutos), media (horas) o larga (días, incluso semanas).
Extracto de Mi Estrella de Mar Publicada
por Maria Jose Moya, afectada de esta emfermedad en su fase mas aguda)
Sensibilidad Quimica Multiple programa en
cuatro television
importante verlo.
PROGRAMA.- Conexión
Samanta
CADENA.- Cuatro Televisión (ámbito
estatal).
DÍA.- sábado, 10 de junio de 2011.
HORA.- 11:30 h. (noche del
viernes-sábado).
DURACIÓN.- 50 minutos.
OBSERVACIONES.- El programa cuelga los
reportajes (completos) en su página web, una vez emitidos.
Extracto de Mi Estrella de Mar Publicada por
Maria Jose Moya.Afecta de SQM, en su fase mas aguda.
ZereZas-curiosidadesvarias.