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Efectos del tabaco sobre nuestra salud.

17/6/18 0 comentarios
Dejar el tabaco no es fácil, ya que la dependencia es un conjunto de fenómenos conductuales, cognitivos y fisiológicos.
Muy pocos consumidores de tabaco pueden dejar el hábito con éxito al primer intento. Pero existen indicios sólidos de que puede lograrse.
Desde libros y consejos para dejar de fumar hasta medicamentos con receta, existen muchas formas eficaces de dejar el tabaco.


El cigarrilconsta  aproximadamente de 4.700 productos químicos.
200 son venenosos.   
43 son extremadamente cancerígenos.
Algunas de estas sustancias toxicas son volátiles y no producen daño,
pero otras permanecen en el organismo prácticamente toda la vida .


     
observaremos los efectos del tabaco sobre nuestra salud.
Según la Organización Mundial de la Salud, el tabaquismo se cobra una
vida cada 6,5 segundos. 

Las investigaciones realizadas llevan a pensar
que las personas que empiezan a fumar durante la adolescencia (como
ocurre en más del 70% de los casos) y siguen haciéndolo durante 20 años
o más vivirán entre 20 y 25 años menos que quienes nunca hayan probado
el tabaco. 
El cáncer de pulmón y las cardiopatías no son los únicos
causantes de serios problemas de salud y de defunciones. 
A continuación
se describen algunos efectos secundarios menos conocidos del

tabaco, cuyo consumo nos afecta de la cabeza a los pies.

1. Psoriasis Según algunos estudios, parece que
las personas que fuman tienen más tendencia a desarrollar psoriasis,
una enfermedad inflamatoria y no contagiosa de la piel que se
manifiesta en forma de manchas rojizas, pruriginosas y exudativas
que afectan a todo el cuerpo.

2. Cataratas Se considera que el tabaco causa
o agrava varias afecciones oculares. 
El porcentaje de personas con cataratas, una opacificación del cristalino que impide el paso de la luz y puede causar ceguera, es un 40% mayor entre los
fumadores. 
El tabaco provoca la aparición de cataratas por dos
mecanismos: 
la irritación directa de los ojos y la liberación en los
pulmones de sustancias químicas que llegan a los ojos a través
del torrente sanguíneo. 

El consumo de tabaco también se asocia
con la degeneración macular relacionada con la edad, una oftalmopatía
incurable causada por el deterioro de la zona central de
la retina, llamada mácula.
En esta zona se enfocan las imágenes,
lo que nos permite leer, conducir vehículos, reconocer rostros
o colores y apreciar los detalles de los objetos.

3. Arrugas El tabaco provoca un envejecimiento prematuro de la piel debido al desgaste que ocasiona de las proteínas que le confieren elasticidad,
así como a la depleción de vitamina A y la reducción del riego sanguíneo que sufre el tejido. 
Los fumadores tienen una piel seca, áspera y surcada por arrugas diminutas,
especialmente en torno a los labios y los ojos.

4. Pérdida de oído
El tabaco hace que se formen placas en las paredes de los vasos sanguíneos, con la consiguiente reducción del riego del oído interno.
Por ello, los
fumadores pueden perder oído a edades más tempranas que los
no fumadores y son más vulnerables a esa complicación en caso
de infección del oído o exposición a ruidos intensos.
Asimismo, los fumadores son tres veces más propensos que los no fumadores
a padecer infecciones del oído medio.

5. Cáncer Se ha demostrado que más de 40 productos
químicos contenidos en el tabaco causan cáncer. 
Los fumadores
tienen una probabilidad unas 20 veces más alta de sufrir
cáncer de pulmón que los no fumadores. 
El tabaco es la causa de cerca del 90% de incidencia de cáncer de pulmón 5a en
hombres y del 80% en mujeres y muchos estudios indican que quienes fuman durante más tiempo tienen más riesgo de sufrir otros cánceres: se duplica el riesgo 
de cáncer de las cavidades nasales y paranasales 5b; 
se multiplica por 4- 5 el de cáncer de la cavidad bucal 5c; por 2 el nasofaríngeo,
por 4-5 el orofaríngeo y el hipofaríngeo;
por 10 el laríngeo; por 2-5 el de esófago; por 2
el de estómago 5d, por 2-4 el de páncreas 5e y
por 1.5-2 el de riñón 5f.

Estudios recientes sugieren asimismo que fumar intensamente puede favorecer el cáncer de mama 5g, y que el abandono del hábito reduce sustancialmente el
riesgo de sufrir la mayoría de los cánceres mencionados.

6. Deterioro de la dentadura El tabaco interfiere en los procesos químicos
que tienen lugar en la boca, contribuyendo a un exceso de sarro. Además
tiñe los dientes de amarillo y acelera el deterioro de la dentadura.
 Algunos estudios concluyen que fumar contribuye a la aparición de caries. El riesgo de perder los dientes se multiplica por 1,5 en los fumadores.
7. Enfisema Además del cáncer de pulmón, el tabaco causa enfisema (distensión y ruptura de los alveolos del pulmón) y reduce
la capacidad pulmonar de captar oxígeno y expulsar dióxido de carbono. 
En casos extremos, para que pueda respirar, se somete al paciente a una traqueotomía: se hace una incisión en la traquea, y se utiliza un respirador para
introducir por ella aire en los pulmones).
La bronquitis crónica entraña la acumulación de mucosidad
purulenta, lo que provoca tos dolorosa y dificultades respiratorias.

8. Osteoporosis
El monóxido de carbono, el gas más nocivo proveniente del humo de combustión de los vehículos y del tabaco, es absorbido por la sangre
mucho más rápidamente que el oxígeno, lo que reduce hasta en un 15%
la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre en los fumadores
empedernidos.

Como consecuencia de ello, los huesos de los fumadores pierden
densidad, se fracturan más fácilmente y tardan hasta un 80% más en soldarse.
Los fumadores tienen también una mayor tendencia a sufrir problemas  de espalda: un estudio ha demostrado que, tras una lesión, los dolores de espalda son 5 veces más frecuentes entre los operarios que fuman.

9. Cardiopatías Las enfermedades
cardiovasculares son la causa de una de cada tres defunciones
en el mundo. El consumo de tabaco figura entre
los principales factores de riesgo asociados a las enfermedades
cardiovasculares. Estas dolencias se cobran
anualmente más de un millón de vidas en los países en
desarrollo. 

En los países desarrollados, las enfermedades
cardiovasculares relacionadas con el consumo de tabaco
matan cada año a más de 600 000 personas. El tabaco
acelera la frecuencia cardiaca, eleva la presión arterial y
aumenta el riesgo de hipertensión y de obstrucción de las
arterias, lo que puede provocar ataques cardiacos y accidentes
cerebrovasculares.

10. Úlcera gástrica
El consumo de tabaco reduce la resistencia a las bacterias
que causan las úlceras del estómago. Asimismo, reduce la
capacidad de éste para neutralizar el ácido
después de las comidas, lo que propicia la erosión de
las paredes del estómago. Las úlceras de los fumadores
responden peor al tratamiento y tienden a recidivar más a
menudo.

11. Discromía de los dedos
El alquitrán que contiene el humo del tabaco se acumula
en los dedos y las uñas y los tiñe de un color pardo amarillento.
12. Cáncer de cuello uterino
y aborto espontáneo.

Además de aumentar el riesgo de cáncer cervicouterino,
el tabaco trae consigo problemas de infertilidad
en las mujeres y provoca complicaciones durante el
embarazo y el parto. 

El consumo de tabaco durante el
embarazo aumenta el riesgo de que el recién nacido
presente insuficiencia ponderal y de que tenga problemas
de salud en el futuro. 

El aborto espontáneo
es entre dos y tres veces más frecuente entre las
fumadoras, al igual que la muerte prenatal, debido a
la privación de oxígeno que sufre el feto y las anomalías
que afectan a la placenta como consecuencia del
monóxido de carbono y la nicotina del humo de los
cigarrillos. 

El síndrome de muerte súbita del lactante
también se asocia al consumo de tabaco. Por último,
el tabaco puede reducir el nivel de estrógenos, y
adelantar así la menopausia.

13. Deformación de los espermatozoides El tabaco puede alterar la morfología de los espermatozoides y dañar su ADN, lo que aumenta el riesgo de aborto
espontáneo y defectos congénitos. 

Según algunos estudios,
los hombres fumadores tienen más probabilidades de engendrar un niño que padezca cáncer. 

El tabaco también reduce el número de espermatozoides y dificulta
el riego sanguíneo del pene, lo que puede provocar impotencia. La esterilidad es más frecuente entre los fumadores.

14. Enfermedad de
Buerger La enfermedad de Buerger, también conocida
como tromboangitis obliterante, es una inflamación de
las arterias, venas y nervios, principalmente de las piernas, que
reduce el riego sanguíneo. Si no se trata, puede provocar gangrena
(muerte de los tejidos) y hacer necesaria la amputación de las zonas
afectadas.
Dejar de fumar se puede


número 21, julio – agosto de 1997.
Producto del departamento de communicaciones de TFI.
Creando un espacio para la salud pública.
Zerezas.-
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Referencias:
who.int/tobacco/quitting/es/

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