en la Plaza del mismo nombre, dicho sea la Plaza de la Cibeles.
Todo un símbolo de Madrid.
El rey Carlos III
ordenó su construcción a finales del siglo XVIII. Diseñada por el arquitecto
Ventura Rodríguez, la fuente está esculpida en mármol y representa a la diosa
Cibeles en un trono sobre un carro tirado por leones, mientras en sus manos
sostiene un cetro y las llaves de la ciudad.
Este conjunto escultórico, de ocho metros de
altura y 32 de diámetro, cuenta con numerosos edificios de importancia a su
alrededor, como el Banco de España, el palacio de Buenavista, el palacio de
Linares (actual Casa de América), y el palacio de Comunicaciones.
Lugar de celebración de los grandes
triunfos del Real Madrid Club de Fútbol.
En su origen la Diosa Cibeles, fue un meteorito, una piedra
negra a la que se veneraba por su origen celeste y como madre de dioses,
de hombres y señora de todo el reino animal y vegetal.
Su culto se extendió por el Mediterráneo a través de la
marinería frigia y en Grecia se la identificó por simbiosis con Rea, la
madre de dioses como Zeus, Hades y Poseidón.
Cibeles es la diosa de la tierra, de la
fertilidad, del renacer. Desde el Neolítico se le ha acumulado mucha historia.
También se la conoce como Rea, Gaia…
Todas las grandes madres del Mediterráneo
relacionadas con la Tierra tienen su origen en Cibeles.
El culto a esta divinidad frigia a la que Roma
envió a buscar ante el azote de Aníbal gozó de gran fuerza hasta el siglo IV
Roma atravesaba entonces una grave crisis,
acechada por las tropas cartaginesas de Aníbal. La situación era tan
desesperada que los romanos acudieron a los Libros Sibilinos y allí
encontraron la solución a sus problemas: debían ir a buscar la «Piedra de
Cybele. El 10 de abril del año 204 a.C. entraba en la capital del Imperio
Romano la «Magna Mater».
La suerte cambió para los romanos que
levantaron en su honor un templo en el Palatino. En la época de Augusto, el
culto a la «Magna Mater» gozó de gran prestigio y hasta el siglo IV tuvo una
gran fuerza.
Entonces se representaba a la diosa con la
corona torreada que indica el dominio de Cibeles sobre la ciudad, en el carro
tirado por dos leones.
La leyenda Hipomenes y Atalanta.
La leyenda Hipomenes y Atalanta.
Atalanta era hija de Clímene, cuando era una
niña, fue abandonada por su padre en las montañas, ya que deseaba un hijo varón.
Fue criada por unos cazadores y la amamantó una osa, educándose rodeada de la naturaleza, por lo que consiguió desarrollar grandes habilidades físicas, especialmente una gran velocidad corriendo y tenía gran habilidad para la caza.
Gracias a estas aptitudes conseguía huir de
los centauros que la perseguían e incluso herir al jabalí de Calidón.
Cuando creció, comenzaron a surgir gran
cantidad de pretendientes que intentaron conquistarla, pero ella mostraba poco
interés en el matrimonio.
Sin embargo, su padre no dejó de presionar,
así que accedió a casarse con aquel que le ganase en una carrera, ya que
estaba segura de que nadie podría vencerla.
Un joven ingenioso decidió aceptar el reto, Hipómenes,
descendiente del dios Poseidón, planeó una estrategia para conseguir
desposarla.
Llegó a un acuerdo con Afrodita, que le consiguió tres manzanas del jardín de las Hespérides, que eran doradas.
Cuando comenzó la carrera, cada vez que
Atalanta conseguía adelantarle le arrojaba una manzana, asombrada por su
encanto, se detiene para recogerla y admirarla, oportunidad que aprovechaba
Hipómenes para adelantarla.
Tras hacer esto tres veces, consiguió ganar la carrera, contrayendo matrimonio, Atalanta se entregó a su esposo de buen grado, ya que había quedado impresionada por la gran inteligencia de su pretendiente.
Una vez casados, decidieron unirse carnalmente en el templo de Ceres o Cibeles, enfureciendo a esta diosa que promueve el sexo pero no en un lugar sacro.
Cibeles convirtió a los jóvenes esposos en leones machos siendo condenados a tirar del carro de Cibeles por toda la eternidad, y a
mirar cada uno hacia un lado para que no pudieran volver a verse jamás.
Guido
Reni representó esta leyenda en un lienzo que se exhibe en el Museo del
Prado.
La fuente no sólo fue un monumento artístico
sino que tuvo desde el principio una utilidad para los madrileños.
Tenía dos caños que se mantuvieron rústicos
hasta 1862.
De uno se surtían los aguadores oficiales que
solían ser asturianos y gallegos y llevaban el agua hasta las casas y del otro
el público de Madrid. En el pilón bebían las caballerías.
aguadores en la Fuente de Cibeles 1862 en su primera ubicación |
El agua procedía de un viaje de aguas que,
según la tradición, databa de la Edad Media
de la época en que Madrid era musulmán.
Tenía fama de poseer buenas propiedades
curativas de cualquier mal. Los caños eran incómodos y de difícil acceso y
estaban situados en el lugar donde hoy saltan los surtidores. Precisamente por
eso en el año 1862,
el Ayuntamiento decidió cambiarlos por dos figuras artísticas y de diseño
simbólico para la villa de las que manaba ampliamente el agua: un oso y un grifo (criatura mitológico
mitad águila, mitad león) que además fueron colocadas de manera que se
facilitara el acercamiento de la gente.
En 1895 se trasladó el monumento al centro de
la plaza, colocando a la diosa mirando al primer tramo de la calle de Alcalá.
Réplicas
En la Plaza de Cibeles, Avenida Oaxaca, en Ciudad
de México, se encuentra una réplica exacta de la fuente madrileña. Fue donada
por la comunidad de residentes españoles en México como símbolo de
hermanamiento entre ambas metrópolis. Fue inaugurada el 5 de septiembre de 1980
por el por aquel entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván.
El Secreto de la Diosa Cibeles
En pleno centro de
Madrid, en la calle Alcalá, frente a la Cibeles, encontramos la sede del Banco
de España. Y a sus pies, enterrada a 36 metros, una de las Cámaras acorazadas
más importantes del mundo.
Una de las cosas que hacen más segura esta fortaleza, es su inaccesibilidad.
Dos enormes
puertas de seguridad, con un peso de 14 y 16 toneladas. La primera, se sitúa al
nivel de la calle, la segunda, instalada a 35 metros de profundidad cuenta con
un foso y un puente levadizo.
La sala acorazada tiene 1500 metros cuadrados de capacidad y alberga una parte del tesoro nacional de España.
La sala acorazada tiene 1500 metros cuadrados de capacidad y alberga una parte del tesoro nacional de España.
Un total de 5.000 lingotes de oro. El resto está
guardado y protegido en Fort Knox (EEUU), en el Banco de Inglaterra y en el
Banco Internacional de Pagos de Basilea.
Además de sus puertas y sus avanzados sistemas de seguridad, la cámara acorazada del Banco de España, tiene una gran arma secreta reservada para casos excepcionales: El agua de la Cibeles.
Por encima de la cámara acorazada, discurre un canal de aguas subterráneas llamado Canal de las Pascualas o de Oropesa, se trata de un extenso río subterráneo del cuál toma sus aguas la fuente de la Diosa Cibeles.
En caso de que se asaltara la cámara acorazada, se activarían todas las alarmas y se pondría en marcha un sistema, capaz de inundar todas las instalaciones subterráneas en cuestión de segundos.
Este singular sistema, jamás ha entrado en acción, debido a que jamás se ha efectuado atraco alguno en las instalaciones de Banco de España, considerado por muchos como uno de los más seguros del mundo.
zerezas.-
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Bibliografia
http://es.wikipedia.org/wiki/Fuente_de_Cibeles
http://redhistoria.com/atalanta-e-hipomenes-los-leones-del-carro-de-cibeles/#.U5858pRDuIh
http://planetaincreible.blogspot.com.es/2009/06/el-agua-de-la-cibeles-inundaria-el_6198.html
http://pendientedemigracion.ucm.es/centros/cont/descargas/documento4870.pdf
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