Todos suspiran antes de empezar a narrar su historia, y en
algún momento del relato, todos se emocionan.
No saben quiénes son sus padres biológicos pero saben el
precio que pagaron por ellos sus padres adoptivos.
pagaron a la Casa Cuna de Valencia, la misma
que hoy se niega a abrir sus archivos.
Es una institución de caridad que se fundó en
1937.
llegaron cinco monjas y se dedicaron a acoger en su
casa a chicas embarazadas para que dieran a luz.-Segun el Abogado Enrique Vila
Torres.
En ese momento las monjas vivían de alquiler en un piso del
centro de Valencia. "Estamos hablando de la Guerra Civil y de la
postguerra, cuando no había prácticamente dinero. ¿Cómo se explica que en 1965
una Institución de Caridad tuviese la capacidad económica para comprar un
terreno que fácilmente tiene 50.000 metros cuadrados y una edificación
gigantesca que tiene más de 50 habitaciones? ¿De dónde sacaron el dinero?"
"Era una trama amplia y muy bien organizada, que
aprovechaba ciertos contactos de la Iglesia Católica para traficar con
bebés.
Muchos se han enriquecido y sus nombres nunca saldrán a la
luz,
¿Cómo se entiende si no, que una matrona jubilada de
Valencia, sin más ingresos que los de su pensión, se mueva hoy en un Mercedes
SLK?"
Casa_Cuna-Valencia |
El abogado Enrique Vila quiere que se investigue el
patrimonio de la institución.
La directora del centro, Sor Aurora Gallego, se niega
a facilitar información.
En el caso de Anabel Azagra, un campo de naranjos. Las
escrituras de la venta se formalizaron una semana antes de que sus padres la
adoptaran en la Casa Cuna. Cuando se enteró, ellos ya estaban muertos, pero sus
tías le dijeron que había tenido suerte, que habían pagado una fortuna por
ella.
Sor Aurora Gallego, directora de la Casa Cuna de
Valencia, asegura que siempre han recibido donaciones, pero se niega a dar más
datos.
-A Enrique Vila no le salen las cuentas,- quiere que el juez
investigue su desmesurado patrimonio,- entiende que sólo así se podrá demostrar
el tráfico de niños que ha protagonizado la institución durante años.
Salva Montagud, otro de los demandantes, nació en
1964. A sus padres les dijeron que tenían 24 horas para ir a recogerle. Y
que llevaran 70.000 pesetas, 60.000 para la Casa Cuna y 10.000 para el
abogado que formalizó los trámites de la adopción.
El ya fallecido Juan García Botella, su hijo Eduardo,
también letrado, asegura que no tiene ninguna información que darles.
No hay archivos, no hay facturas. Pero la firma de su padre
ha quedado plasmada en un montón de partos fantasma. Como en el de Anabel
y de Salva.
Para añadir más intriga al asunto, Sor Aurora asegura que ha
entregado a Eduardo García Botella todos sus archivos.
Sor Aurora asegura que ninguna madre se ha puesto en
contacto con la Casa Cuna para reclamar a su hija, pero la realidad le
lleva la contraria.
Albertina Vega sí que lo hizo y su hija también.
Albertina y su hija se reencontraron a través de las
redes sociales aunque sus problemas no acabaron ahí.
Albertina tuvo que
hacerse varias pruebas de ADN en el hasta hace poco único laboratorio que
facilitaba el trámite: Genomica, en Madrid. Dos veces le dijeron que no era su
hija, pero ella no perdió la fe. Siguió insistiendo y pagando. Hasta que a la
tercera reconocieron un error humano en el diagnóstico.
Según Anabel, las matronas pueden tener la respuesta que
cientos de niños robados andan buscando, porque ellas fueron testigos, pero de
momento, su mutismo es total.
Enrique Vila, también niño robado, sigue buscando a su
madre.
En su último libro 'Mientras
duró tu ausencia' ha intentado novelar la tragedia que se vivió en la
Casa Cuna de Valencia, donde se vivieron abusos físicos y psíquicos, donde
la vida era tremendamente dura para las madres. Lugares en los que se robó la
esperanza de cientos de muchachas que, como María –la protagonista– han tardado
media vida en recuperar lo que allí les fue arrebatado.
"Era una trama amplia y muy bien organizada, que
aprovechaba ciertos contactos de la Iglesia Católica para traficar con bebés.
Muchos se han enriquecido y sus nombres nunca saldrán a la luz".
La demanda contra la Casa Cuna de Valencia se convertirá en
denuncia si la institución se niega a arrojar algo de luz sobre los orígenes de
estos 20 niños sin nombre.
Fuentes
Vanitifair
zerezas-curiosidadesvarias:.
Fuentes
Vanitifair
zerezas-curiosidadesvarias:.
La foto de las hermanas de la caridad que está a pie de este artículo, no tiene nada que ver con Valencia, ni con la casa cuna de Valencia.
ResponderEliminarEsta foto pertenece a Tenerife, al Colectivo Sin Identidad y es la foto de las hermanas de la caridad de la Casa Cuna de Santa Cruz de Tenerife.
Hago la presente rectificación para clarificar un poco el artículo y que no hayan malos entendidos, sobre todo a la hora de que la gente se informe sobre los dramaticos acontecimientos que sucedieron en las casas cunas.
Muchas gracias
Gracias por la aclaración anónimo, hemos subsanado el error eliminando la Imagen errónea.
Eliminarzerezas.-