El avestruz es un ave grande de origen Africano, de apariencia pacifica, pero no hay que dejarse engañar, el avestruz es un ave territorial, según la situación es muy agresiva.
Con un jerarquía estricta y bien estructurada, con un macho y una hembra dominante, viven en grupos en manadas, y pueden vivir solos o en pareja, durante el invierno, estando en sus rebaños para el apareamiento y durante la sequía.
Una vez hecha la puesta, colocan todos los huevos en el nido de la hembra dominante, como una manera de que estén más seguros, formando una guardería de huevos, mientras los demás se alimentan, uno o varios avestruces macho se encargan de cuidarlos, y de que manera.
Guardería de avestruces
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El gorrión del café de Oriente Madrid
Esta historia la protagoniza un gorrión que se introducía
cada mañana en el tradicional Café de Oriente, en la plaza de mismo nombre, en Madrid.
Permanecía allí hasta el anochecer, el gorrión era capaz de determinar, según el número de personas que entraran o salieran del local, en qué momento podría acceder al Café atravesando el umbral de las dos puertas de que dispone.
Si entraba un solo cliente, una puerta se cerraba antes de abrirse la otra y el gorrión se podía quedar encerrado en los casi dos metros de separación entre ambas, por lo que sólo entraba o salía cuando las dos puertas permanecían abiertas a la par unos instantes.
Permanecía allí hasta el anochecer, el gorrión era capaz de determinar, según el número de personas que entraran o salieran del local, en qué momento podría acceder al Café atravesando el umbral de las dos puertas de que dispone.
Si entraba un solo cliente, una puerta se cerraba antes de abrirse la otra y el gorrión se podía quedar encerrado en los casi dos metros de separación entre ambas, por lo que sólo entraba o salía cuando las dos puertas permanecían abiertas a la par unos instantes.
El gorrión común es el vertebrado más abundante de España,
con más de 160 millones de individuos. Pero esta cifra, que debería suponer un
salvoconducto para la supervivencia de la especie, está en un descenso continuo
y alarmante. Según la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), sólo
entre Madrid, Castilla y León y Valencia la pérdida supera los 400.000
ejemplares anuales. Los expertos apuntan a la excesiva limpieza de las calles
como una de las principales causas.
El mundo natural que tanto maltratamos se va alejando,
desapareciendo, en silencio.
Lo hacen los grandes y los pequeños: las
ranas, las abejas y, ahora, los gorriones.
Las causas son diversas, en el campo el abuso de plaguicidas
y herbicidas, en la ciudad, dicen los expertos, demasiada limpieza.
Yo, sin embargo, no creo
que sea esta la causa, ya que rincones donde la suciedad se extiende no faltan
en las ciudades.
Las aves son el mejor indicador de la vitalidad de los
ecosistemas, la decadencia de los gorriones y otras especies, puede ser un nuevo síntoma de
nuestro propio declive.
Sin los gorriones las ciudades son mucho más tristes: nadie
acompaña el paseo de los niños y grandes en el parque, ni revoloteará en torno al
bocadillo a la espera de unas migas caídas.
Cada día somos un poco más víctimas de nuestra propia
incapacidad para salvaguardar el entorno.
zerezas.-
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